viernes, 27 de noviembre de 2009

RELACIONES DE ANTONIO PÉREZ

   Hará unos 10 años, cuando la red truncó mi incipiente trayectoria de bibliófilo presencial me tropecé con uno de esos títulos capaces de despertar las ensoñaciones de cualquier lector de Dumas o Stevenson: Pedaços de Historia, o Relaçiones, assy llamadas por sus auctores, los peregrinos”, impresso en León, s.a., [8], 389, [18], en cuarto. Probablemente contribuyó a ello el inesperado encabezamiento que sabiamente había dado el librero a su ficha, “Without fear or regret”, traducción de la divisa que al parecer, una pluma coetánea había escrito sobre la portada del libro: “Ni peur de l’avenir, ni regret du passe”. Por mi formación académica, o más propiamente a pesar de ella, yo conocía bastante bien la turbulenta historia del culto, elegante y poco escrupuloso Antonio Pérez, secretario de Estado de Felipe II. Desconocía completamente, por el contrario, su bibliografía. De modo que hasta que no fui revisando la detallada descripción del librero norteamericano que lo ofrecía, y recordando aquella historia de ambiciones, traiciones, venganzas y alta política europea que protagonizó su autor, no tuve plena conciencia de la naturaleza del libro que se ocultaba tras ese enigmático título. Aunque entonces me pareció inalcanzable, no pude evitar imprimir su ficha, que todavía conservo. No imaginaba, y menos tras verlo desaparecer del catálogo de la librería en unas semanas, que años después el azar me pondría ante un ejemplar capaz de ensombrecer la fascinación de aquel vagamente vislumbrado entonces.


Retrato de Antonio Pérez, 1791. Biblioteca Digital Hispánica.
Grabado por Manuel Salvador Carmona sobre modelo de José Jimeno, a partir del lienzo del Escorial, o directamente del que procede éste, que formaba parte de una galería de retratos existente en los Reales Estudios de San Isidro de Madrid a mediados del siglo XVIII.

  Antonio Pérez llevó a las prensas una primera versión anónima de sus Relaciones en 1591, en Bearn, patrocinada por Catalina de Navarra, hermana de quien todavía no era Enrique IV de Francia, a cuya protección se había acogido tras huir de Aragón, en septiembre de ese mismo año. Gustav Ungerer atribuye esa edición de extrema rareza a Louis Barbier, impresor de la Universidad en Orthez y Lescar. 
  La segunda versión, la citada Pedaços de Historia..., más completa y falsamente localizada en León, apareció bajo el seudónimo de Raphael Peregrino, pocos años después. George Ticknor asignó esta edición a una imprenta inglesa, más tarde identificada por James P.R. Lyell con la de Richard Field, que puso el libro en circulación en Londres a finales de 1594, coincidiendo con la estancia en la capital inglesa del antiguo ministro entre 1593 y 1595, acogido por el Conde de Essex, a quien está dirigida la dedicatoria. De varias fuentes diplomáticas se sabe que esta edición, patrocinada por la corte isabelina, trató de ser ampliamente difundida en Aragón y Flandes. También que fué conocida por el gobierno español desde que estaba en las prensas.
  Finalmente, de vuelta a Francia bajo la protección de Enrique IV, y sin haber sido ajeno a la incursión bearnesa de 1592 en Aragón, a la fracasada expedición de Drake contra las ciudades españolas del Caribe en 1595 o a la anglo-holandesa que bajo el mando de Howard, Essex y Nassau saqueó Cádiz en 1596, Antonio Pérez publicó en París, en 1598, la versión definitiva de sus Relaciones, sin referencia de impresor. Era la primera de varias con esa fecha que permanecen todavía en el misterio editorial

Relaciones de Antonio Pérez Secretario de Estado, que fue, del Rey de España Don Phelippe II, deste nombre. Impresso en París, s.n., 1598.
[18], 222, [15], 19. Portada con emblema calcográfico. Otras 3 calcografías a lo largo del volumen, impreso con gran variedad de tipos.
Octavo (175 x 115 mms.), Encuadernado en pergamino original. En el lomo, rotulado a tinta: “Relaciones de Antº Pérez” 


  El libro se compone de tres partes, con tres dedicatorias preliminares, al Rey de Francia, al Papa y a todos los lectores. La principal es la relación de los acontecimientos transcurridos desde el asesinato de Juan de Escobedo, secretario de Don Juan de Austria, el 31 de mayo de 1578, hasta la llegada de Pérez a Pau el 26 de noviembre de 1591 al amparo de Catalina de Navarra, con la larga investigación de los hechos, la prisión de la princesa de Éboli y Antonio Pérez, el lento pero inexorable estrechamiento del cerco contra el ex secretario por parte de Rodrigo Vázquez de Arce, miembro del Consejo de Castilla y diputado por el rey para la investigación, la inesperada huida a Aragón, el conflicto foral, la huida a Francia, su persecución, los intentos de asesinato de que declara haber sido objeto. Una segunda relación detalla los hechos sucedidos en Zaragoza el 4 de septiembre de 1591, con el levantamiento popular. La tercera parte transcribe el memorial presentado en su descargo ante el tribunal del Justicia de Aragón. Ya compuesto el libro se añade un emblema a modo de colofón, con su glosa, y un apéndice con varias cartas, todo ello con paginación propia.

 Retratos de Ana de Mendoza, princesa de Éboli, y Rodrigo Vázquez, presidente del Consejo de Castilla.

     Una vez que el lector se acostumbra al estilo digresivo y deliberadamente oscuro del antiguo ministro, la historia se lee como una novela que se iniciara in medias res con las siguientes palabras: “Es de saber que el Rey Cathólico, por causas mayores y forzosas, y muy cumplideras a su servicio y Corona, resolvió que el Secretario Juan de Escobedo muriese sin preceder prisión ni juicio ordinario, por notorios y evidentes inconvenientes de grandes riesgos en turbación de sus reinos si se usara de cualquier medio ordinario en aquella coyuntura, y de mayores si se difiriera la ejecución... Cometió el cuidado de la ejecución de la muerte a Antonio Pérez, como a persona que era depositario y sabedor de las causas y motivos de ella.”
    La historiografía moderna sabe hoy que no son completamente ciertas, y que el secretario jugaba en su propio beneficio y en el de la princesa un peligroso doble juego en la administración de la información que le llegaba al rey. Pero la verdad es secundaria frente al escarnecido relato de las órdenes secretas, de las cartas en cifra, de la huída de prisión la noche del miércoles santo de 1590, sin señal de rompimiento, ny de reja, ny de puerta, ny de çerradura, ny de tabique ny de pared... de donde començáron a dezir que auía sido por arte mágica, corriendo treynta leguas por la posta hasta meterse en Aragón, con harto trabajo y con aquella traça que dió, que corriesse tras él otro..., porque cansasse segunda vez los cauallos...y no hallassen tras él en qué correr, como suçedió, del paso de los Pirineos a través de la nieve, poniendo las capas sobre los yelos por donde pisasse durante la medianoche iluminada con antorchas del 23 de noviembre de 1591, de la entrega de diez mil escudos a una dama para seducirle y asesinarle en Pau, de veinte mil a un gentilhombre para que lo ejecutase en París con balas preparadas con cera, porque bala de aquella manera, aunque no diesse en parte prinçipal, hería mortalmente.
  

Retratos de Felipe II y Juan de Austria

     La relación sigue un orden cronológico y termina con el exilio de Pérez, pero la aclaración de las causas del asesinato de Escobedo se dejan, con un cierto efecto dramático, para el memorial final, donde un puñado de páginas parciales pero reveladoras sumergen al lector en el curso de acontecimientos que marcaron la historia política de Europa en la segunda mitad del siglo XVI, cuya lectura, -al menos para quienes nos hemos educado en la Historia de las grandes transformaciones sociales, del análisis de los grandes procesos económicos, del descrédito de la vieja historiografía positivista y de las antiguas crónicas medievales y modernas-, nos trae el consuelo de que la historia de los seres humanos es, al final, humana, y de que no pocas veces la decisión de una persona, un pequeño azar, una muerte inesperada, han contribuído también a que nuestro pasado haya sido de una manera y no de otra, de las muchas otras que pudieron ser.  









  En años posteriores y hasta su muerte en 1611, Pérez, o quizás un compilador próximo a él, llevó a la imprenta otros escritos: los Aphorismos del libro de las Relaciones, las Cartas, los Aphorismos de las cartas españolas y latinas, las Segundas Cartas, los Aphorismos de las segundas cartas, las Cartas a Doña Ioana Coello, su muger, el opúsculo El curioso a la piedad y otras cartas sueltas. En ellas se menciona otra obra, los XII Memoriales y XII Consejos, aparentemente no publicada, probable reflejo de las 30 arcas con documentación oficial cuya custodia el antiguo secretario utilizó con inteligencia durante más de 10 años, sabiendo que le iba la vida en ello. Algún texto más le ha sido atribuído con posterioridad. Desde 1624 hasta 1676 todas sus obras impresas entre 1598 y 1605 fueron añadidas a las Relaciones en media docena de ediciones realizadas por diversos impresores de Ginebra, primero por los herederos de Pierre de la Rovière, después por Jean de la Planche o la familia de Tournes, en solitario o junto a la familia Chouet. La mayoría de ellas, cotejadas por el bibliófilo español Antonio Pérez Gómez, se ramifican en emisiones diversas con distintas portadas, muchas con pie de imprenta deliberadamente omitido o falso. Son volúmenes que rondan ya las 1.000 páginas, por la inclusión de toda la bibliografía posterior. Y aunque con ella se complete la información biográfica del autor, y se dote al conjunto de sus escritos de un carácter más grave y teórico, cercano a los tratados sobre educación de príncipes, tan abundantes en este período, muy poco de lo nuevamente incorporado se iguala al evocador relato de las andanzas de quien administró durante años la política exterior de la poderosa monarquía hispánica, en este volumen que quizás corrió por París, no por casualidad, durante los días de aquel otoño de 1598 que siguieron a la llegada por la posta de la noticia de la muerte del viejo rey en el Escorial. 


Nota. Si el improbable lector de este blog siente curiosidad por ver un documento cifrado de esta época, puede ampliar la siguiente carta de 1578, procedente de la Biblioteca digital de la Real Academia de la Historia, en la que Pérez notificaba a Don Juan de Austria la muerte del rey de Portugal. Las cifras comienzan en el anverso de la primera hoja y se extienden ampliamente por su reverso.




Actualización de 20/III/2013. Las ediciones parisinas de las Relaciones se pueden revisar con detalle en otra entrada, Cuatro enigmáticos grabados, dedicada expresamente al misterio que tradicionalmente  las envuelve.

21 comentarios:

  1. Buen libro sobre uno de los personajes más enigmáticos de la historia española. Es curiosa la fascinación que este secretario de estado continúa ejerciendo sobre nosotros.

    Buen libro y buen post.

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  2. Tienes razón, no he sido muy original, me pregunto por qué razón estas ediciones siempre han circulado bastante en el mercado del libro antiguo. Quizás porque esta historia nunca se ha contado demasiado bien, y leyéndola de primera mano, aún parcial, resulta más evocadora. En realidad había pensado comentar varios detalles curiosos, y particularmente los grabados, pero lo dejaré para otro momento, que por ahora ya está bien de Pérez. Saludos.

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  3. Caro Urzay

    Es con grande alegría que saludo tu decisión de entrar en este mundo del blog del libro antiguo y bibliofilia.
    Estoy seguro que vamos a disfrutar con tus entradas como es lo caso de esta.
    Los libros son una pasión, pero no estoy tan seguro cuanto a la facilidad en los guardar como Galderich… ¡su belleza as veces es ignorada en una estantería plagada de otros libros, hay que cuidar lo mejor posible de ellos!
    ¡Enhorabuena y felicidades!

    Saludos bibliófilos.

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  4. Urzay
    Me sumo al entusiasmo de la comunidad, he leído tus interesantes comentarios en los blogs que frecuento y siempre ofrecen muy buenas aportaciones. Cuelgo el link de tu blog en mi página. Hermoso libro, y muy buen relato. (casí siempre la verdad histórica es menos atractiva)

    Saludos bibliófilos.

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  5. Rui, Marco, muchas gracias por vuestros amables comentarios de bienvenida. Al final, la lectura de otros blogs interesantes de libros antiguos es una de las razones que te empujan a escribir uno propio. Como vereis, los vuestros están en mi lista. Espero poder actualizarlo con frecuencia.
    Saludos bibliófilos

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  6. felicidades por el blog papá

    emma te quiero mucho
    Julia Te quiero muchisimo

    !A ver si comentas también algún libro que nos guste a nosotras¡

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  7. !!!!!!!!!!!
    Bueno, chicas, me habeis pillado a traición, a ver cómo me las arreglo ahora para que esto parezca serio, voy a tener que comentar "Pupi y el club de los dinosaurios". Si ya decía yo que todavía erais pequeñas para andar con el ordenador... :-)

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  8. Muy bueno tu blog, te doy mi enhorabuena. El tema de Antonio Pérez es fascinante. Uno de los propulsores de la Leyenda Negra contra España. Todavía hay mucho por estudiar y, sobre todo, por reflexionar en tanto que la Leyenda Negra sigue siendo esencial para entender nuestra introspección durante siglos.
    Aquí te dejo mi humilde blog recién convertido en un blog dedicado a la Casa de Austria. Espero que te guste:
    http://tempusfugitdcglez.blogspot.com.es/
    Un saludo!

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  9. Muchas gracias por tu comentario, Daniel.En efecto, el tema de Antonio Pérez es fascinante, y en general todo ese juego geopolítico y diplomático del último cuarto del siglo XVI. Gracias por dejar el enlace a tu blog, personalmente me interesa mucho la historia de los siglo XVI y XVII, y si nuestros políticos la conocieran mejor seguro que no repetían errores de entonces que vemos todavía hoy. Coincido contigo en que hay mucho por estudiar de aquella época, se hace muy poco trabajo de archivo, y se repiten estereotipos muy arraigados, pero muchas veces falsos, no sólo ya entre los que no son especialistas y no tienen por qué conocerla, sino también entre quienes la difunden (estoy pensando en los productos culturales deplorables que vemos muchas veces) e incluso entre historiadores. Creo que la historiografía española ha mejorado en los últimos años, pero queda mucho por hacer. A ver si las nuevas generaciones de historiadores dais un salto de calidad, ánimo.

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  10. Más maravaillas voy descubriendo siempre en tu blog... espero alguna vez poderme poner al día con todo lo publicado!
    Llegaste a hacer la entrada sobre los grabados que aquí comentabas?

    Así que una de tus hijas se llama Julia, ¡qué lindo nombre! ;-)

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  11. Pues no la hice, pero voy a retomar la idea, porque alguna vez los he visto citados con errores y son pocos pero verdaderamente curiosos y significativos. Eso de ir explorando lo ya publicado es algo que yo también voy haciendo en los blogs que me gustan, voy al principio y, como si fuera alemán, ahí empiezo metódicamente, una, dos, tres entradas. Después ya me sale la latinidad y empiezo a saltar de un lado a otro. Así, siguiendo con el tema de las hijas, me acuerdo haber encontrado en el tuyo una conversación telefónica grabada en un contestador realmente buenísima. ¡Y claro que Julia es lindo! :-)

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    1. Bueno, gracias, ojalá puedas hacer esa entrada, entonces. Creo que Antonio Pérez tiene unos emblemas muy interesantes en su libro.
      Aunque no te sientas obligado, nunca habría que actuar por encargo o deseos ajenos en los blogs, sólo por lo que a uno se le cante gana... esa es una de las cosas buenas que tiene esto ¿no?

      Uh, esa conversación de mi hija... Pensar que fue hace 6 años! Tenía 3 y medio cuando quedó registrada y ahora 9 y medio. Pero sigue igual de loca o pirada, como diríamos aquí.

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  12. hola a todos ustedes los estudiosos,la vida es curiosa,yo buscando en la web conoci el blog,hata aqui no hay nada sobresaliente,a no ser el hecho que yo tengo en mi poder la edicion de lAS RELACIONES DE ANTONIO PEREZ,EDITADA EN FRANCIA QUE APARECE EN SU BLOG,NO SE QUE VALOR PUEDE TENER,QUISIERA QUE COMENTARA AL RESPECTO.

    SINCERAMENTE UN AMIGO DESDE MIAMI.

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  13. Hola, para este tipo de consultas puede usar si quiere la dirección de correo electrónico que figura arriba en la información de contacto. Si me escribe directamente trataré de informarle sobre ello, en la medida en que yo pueda saber. Muchas gracias por pasar por el blog.

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  14. Hola,gracias por responder,en estos dias me pondre en contaCTO CON USTED,DIRECTAMENTE ,PUES TENGO OTRAS OBRAS

    QUE QUISIERA ,CONSUTAR con usted.

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  15. Gracias por los datos. En este momento estoy ingresando el libro en el catálogo de la Biblioteca Nacional Argentina, la edición con pie de imprenta de León. El ejemplar perteneció a Foulché-Delbosc. ¿Me podrías especificar con referencias bibliográficas más precisas -libro, página- sobre su verdadera edición en Londres? Mil gracias

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  16. Hola Juan Carlos. La identificación de Richard Field como impresor de la edición de los "Pedaços de Historia" ya fue apuntada por Lyell, pero ha sido documentada ampliamente por Gustav Ungerer, A Spaniard in Elizabethan England: The corrrespondence of Antonio Pérez's Exile, Londres: Támesis Books, 1976, vol.2, pp. 249 ss. Ahí amplía los datos de un artículo suyo anterior. Según la correspondencia que adjunta Ungerer en 1976, el libro estaba en las prensas de Field en noviembre y diciembre de 1594, y se difundía ya en enero de 1595. Gran compra, la de la Biblioteca Nacional Argentina en la subasta de la biblioteca de Foulché-Delbosc. Un saludo.

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  17. Así quedó el registro http://catalogo.bn.gov.ar/F/8ILYM8E7SGI7EDR63X26XRJYNB392KN8IF6AT9RRSJJAP5B6K2-30236?func=full-set-set&set_number=003389&set_entry=000014&format=999
    Es una lástima que no pueda mencionar tu blog en el registro, por políticas de la BN.
    Saludos!

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  18. ¡Gracias por el blog! lo he conocido hace poco y estoy aprendiendo y disfrutando mucho con él.

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  19. Gracias a ti, Ana, lo tengo en estado letárgico pero creo que llegará pronto la primavera.

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