Hace unos años ya que no compro la prensa en papel. Durante mucho tiempo leer el periódico la mañana del domingo fue uno de los placeres de la vida. Compraba dos, a veces uno, a veces otro, a veces ambos. Quizás es que los años nos hacen más maniáticos o quizás es que un día dejé de soportar que se siguieran vulnerando los límites no escritos de una cierta ética que me resisto a creer minoritaria, por invisible. Y quizás tenga ahora una percepción equivocada, pero en mi voluble memoria está el recuerdo de un tiempo en el que se intentaba separar opinión e información, cuando reciente todavía la dictadura, los medios de comunicación eran plenamente conscientes de su importancia para la democracia y no la supeditaban a su inclinación política, cuando en un mismo medio convivían periodistas de muchas tendencias y eso enriquecía el resultado, cuando no se dosificaba una información durante meses en función de su oportunidad electoral, cuando no se decidía qué era noticia o no dependiendo del interés particular de la empresa editora, cuando no se ignoraba un comportamiento público reprobable en los afines mientras se magnificaba en los contrarios, ni se repartía el mundo entre los propios y los ajenos, cuando no existía la sensación de saber de antemano lo que ibas a leer y el períodico más vendido se titulaba orgulloso diario independiente de la mañana. Quizá solo lo soñé. Todo eso se acabó, o yo me desperté y me harté de pagarlo, al menos en efectivo. Desde entonces leo el periódico en internet. Varios, para tener una idea general. Y también algunos blogs. Esta mañana tropecé en la portada de un periódico, versión digital, con una noticia cultural cuyo titular me llamó la atención. Remitía a las páginas de Ciencia, donde entré.
El titular en detalle, y el texto de la noticia
(que se puede ampliar).
Llevo un año de apagón "informativo", digital incluido, y está resultando una terapia muy efectiva. Desgraciadamente parece que a los grandes profesionales de la comunicación, que los hay, o los había, se los ha tragado la tierra. Me acuerdo del viejo chiste sobre como daban la misma noticia dos diarios diferentes.
ResponderEliminarEl País: ""Zapatero inicia un importante viaje a China."
El Mundo:"Zapatero cada vez mas alejado de los problemas de los españoles."
Como chiste es bastante malo pero no se aleja mucho de la situación actual.
Lo triste es que entre estos, los otros (políticos) y algunos mas han conseguido que la ilusión y la energía positiva que florecieron con la transición se vayan al mismo carajo. Vamos, que contra Franco lo teníamos mas claro.
El libro es fantastico, años llevo buscando algo de Garcilaso, el Inca, que llevarme a la biblioteca.
Un abrazo.
Alfonso
Urzay,
ResponderEliminarEspectacular ejemplar. Y sobre lo que te ha llevado al Inca Garcilaso... ¿para qué añadir nada más si lo has dicho perfectamente?
Y yo que pensaba que por ser catalán me ahorraba los diarios del domingo pero veo que no debía ser mi condición catalana lo que me inducía a no comprarlos sinó la falta de tiempo y un cierto cansancio... :-)
Urzay
ResponderEliminarHaces muy bien en responder con indignación a la doble tomadura de pelo, un anuncio disfrazado de noticia, y la aparición de un libelo que promete descubrir el hilo negro. A mi este tipo de imposturas historiográficas me ponen mmal, por desgracia no faltará quien lo compre.
El libro además de ser obra fundamental es una preciosidad, lo tengo desde hace mucho tiempo en mi lista de deseos.
Espero que muchos internautas accedan por medio de tu pagina, al genial prólogo del Inca Garcilaso, y como bien dices saquen sus propias conclusiones.
Un abrazo.
Te comprendo perfectamente. Yo también hace tiempo que me siento estafada y manipulada por la prensa de este país, aunque reconozco que por ahora me cuesta renunciar al placer de los periódicos dominicales. Pero, al paso que vamos, llegaré a prescindir de ellos. Actualmente, ya no hago caso de ninguna de las reseñas de libros que aparecen en los suplementos culturales (y hago bien, lo he constatado). Mucho mejor fiarse de algunos blogs de confianza.
ResponderEliminarA veces pienso que si saliera un periódico nuevo con voluntad de ser verdaderamente independiente se llevaba a montones de lectores de golpe, por lo quemada que está la credibilidad de los que hay ahora. El problema ya es que este tipo de prácticas de dudosa ética (como en este caso, hacer pasar por noticia científica lo que no es sino lanzamiento de un libro) no se limitan al partidismo político, (donde más o menos todos identificamos las motivaciones bastante bien) sino que se extienden a las páginas científicas o culturales, como comenta Elena, donde pasan mucho más desapercibidas.
ResponderEliminarSaludos a todos
PS. Por cierto, Alfonso, respecto a lo que comentabas el otro día en tu blog de la imprenta en el Colegio del Amparo, he encontrado una referencia indirecta donde se dice que obtuvieron una licencia para imprimir documentación de los Consejos y Juntas, pero les fue revocada en 1740 a petición de los impresores de Madrid. No sé si llegaría a funcionar. Te pongo a continuación el enlace al artículo (página 257). Puede que en la bibliografía que se cita allí puedas encontrar más datos que te puedan ser útiles. O si quieres mándame un correo al e-mail del blog.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=258387
Lo de los periódicos no tiene nombre. No me gusta ver información sesgada incluso si el sesgo tiene la misma tendencia que yo. Prefiero que me informen de qué pasa y yo opino.
ResponderEliminarA los periódicos les quedan dos telediarios.